Flora Davis (escritora), nos presenta en su libro "La comunicación no verbal" un breve y primer contacto en este mundo que desconocemos y que resulta ser tan importante en nuestro día a día, el cual da comienzo con la siguiente cita:
<< Las palabras pueden muy bien ser lo que emplea el hombre cuando le falla todo lo demás >>.
La comunicación no verbal es una ciencia incipiente, pues es hasta hace relativamente pocos años cuando los científicos han comenzado ha realizar estudios sobre ella, de los cuales existen numerosas teorías y creencias acerca de su origen y de su aparición. En muchas de las investigaciones realizadas se ha llegado a conclusiones que indican que este tipo de comunicación es innata, puesto que analizando diversas culturas, pueblos, e incluso tribus alejadas del contacto con otras personas se han hallado los mismos actos gestuales para exactamente los mismos fines comunicativos y resulta curioso saber que muchos de esos gestos, son a su vez, utilizados por otras especies animales.
Cuando somos niños, realizamos estos gestos de manera más libre, y también somos capaces de entender y percibirlos con más precisión, puesto que hasta la aparición del habla este es nuestro único lenguaje. Y es justo a partir de aquí cuando niños y niñas comienzan a adquirir y aprender gestos y movimientos propios de su género, nacionalidad y cultura.
Confiar en nuestro instinto nos puede servir de gran ayuda, pues en ocasiones, en distintas conversaciones mantenidas, podemos entender que lo que se nos cuenta no corresponde con la realidad de lo que ocurre, y es que de manera prácticamente subliminal, recibimos distintos movimientos en el rostro de nuestro compañero o en sus manos y cuerpo general, que no parecen corresponder con la verdadera conversación. Por ello, por medio de los ojos, el movimiento, nuestros actos inconscientes, el tacto e incluso el olor somos capaces de transmitir muchísimo más de lo que hacemos con las palabras. Podría decirse que en una conversación más del 70% sale de nuestro cuerpo y no de nuestra boca.
Recomiendo enormemente la lectura de este libro, pues aunque aquí solo se ha hecho un breve resumen, he de decir que a pesar de que Flora Davis no aporta las claves directas para la lectura del cuerpo, ya que es algo imposible, si que nos sumerge en un “nuevo mundo” hasta ahora bastante desconocido y menospreciado como es el lenguaje corporal, y que poco a poco se introducirá como nuevas claves a la hora de conocer o analizar a nuestros vecinos, planteándose incluso, una nueva ciencia para el futuro mercado.
<< Las palabras pueden muy bien ser lo que emplea el hombre cuando le falla todo lo demás >>.
La comunicación no verbal es una ciencia incipiente, pues es hasta hace relativamente pocos años cuando los científicos han comenzado ha realizar estudios sobre ella, de los cuales existen numerosas teorías y creencias acerca de su origen y de su aparición. En muchas de las investigaciones realizadas se ha llegado a conclusiones que indican que este tipo de comunicación es innata, puesto que analizando diversas culturas, pueblos, e incluso tribus alejadas del contacto con otras personas se han hallado los mismos actos gestuales para exactamente los mismos fines comunicativos y resulta curioso saber que muchos de esos gestos, son a su vez, utilizados por otras especies animales.
Cuando somos niños, realizamos estos gestos de manera más libre, y también somos capaces de entender y percibirlos con más precisión, puesto que hasta la aparición del habla este es nuestro único lenguaje. Y es justo a partir de aquí cuando niños y niñas comienzan a adquirir y aprender gestos y movimientos propios de su género, nacionalidad y cultura.
Confiar en nuestro instinto nos puede servir de gran ayuda, pues en ocasiones, en distintas conversaciones mantenidas, podemos entender que lo que se nos cuenta no corresponde con la realidad de lo que ocurre, y es que de manera prácticamente subliminal, recibimos distintos movimientos en el rostro de nuestro compañero o en sus manos y cuerpo general, que no parecen corresponder con la verdadera conversación. Por ello, por medio de los ojos, el movimiento, nuestros actos inconscientes, el tacto e incluso el olor somos capaces de transmitir muchísimo más de lo que hacemos con las palabras. Podría decirse que en una conversación más del 70% sale de nuestro cuerpo y no de nuestra boca.
Recomiendo enormemente la lectura de este libro, pues aunque aquí solo se ha hecho un breve resumen, he de decir que a pesar de que Flora Davis no aporta las claves directas para la lectura del cuerpo, ya que es algo imposible, si que nos sumerge en un “nuevo mundo” hasta ahora bastante desconocido y menospreciado como es el lenguaje corporal, y que poco a poco se introducirá como nuevas claves a la hora de conocer o analizar a nuestros vecinos, planteándose incluso, una nueva ciencia para el futuro mercado.
Yo lo leí en el instituto y me pareció una muy buena lectura.
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